Una de las miles de veces que te he querido.
Grítalo fuerte, escríbelo en el cielo y grita, mucho, mucho más, dí quien eres y todo lo que vales que eres fuerte y ya no te vas a derrumbar.
En el momento en el que tu para mi lo eres todo y yo para ti no soy nada me doy cuenta de que algo esta saliendo mal.

lunes, julio 4

El destino de un corazón.


Él: Sabía yo lo que es amor, ojos jurad que no, porque nunca habia visto yo una belleza asi.

Él: Si profano con mi indigna mano este sagrado santuario pecado de amor sera. Mis labios peregrinos ruborizados quisieran hacer penitencia con un dulce beso.
Ella: Buen peregrino no riñas tanto a tu mano que demuestra un gran fervor a esto, pues hasta las manos de los santos tocan a las de los peregrinos y el tocar palma con palma es el beso del palmero.
Él: ¿No tienen labios los santos, y los piadosos palmeros?
Ella: Si peregrino, labios para usar en la oración.
Él: Entonces querida santa deja que los labios hagan como las manos, no conviertas fé en desesperación.
Ella: Los santos no se mueven cuando sucumben a las súplicas.
Él: Entonces quieta mientras recojo el efecto de mi oración.
Él: Así quedan mis labios limpios de pecado por los tuyos.
Ella: ¿Entonces mis labios tienen ahora el pecado?
Él: ¿Pecados de mis labios? me reprochas con dulcura y devuelveme mi pecado.
Ella: Besas como un maestro.

Ella: Mi único amor nació de mi unico odio, pronto le he visto y tarde le conozco, extraño nacimiento del amor que me hace amar a mi enemigo peor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario