
Me acuerdo cuando aún creía algo de lo que me decías , recuerdo que me decías: JAMÁS TE DEJARÉ CAER.
También recuerdo con que dulzura lo pronunciabas como si fuese real, pero luego me dí cuenta que solo eran mas mentiras que tu creabas para que yo me las creyera. Es increíble como en una milésima de segundo se puede pasar del amor al odio y del odio directamente a la decepción, pero supongo que eso es fácil si después de todo aquello por lo que un día luchamos acaba siendo guardado en un rincón para no volverlo a recordar jamás.